Saturday, October 15, 2005



Era,quizá,la luz excedente y demasiado fuerte para los ojos,que se hallaban atolondrados por el cansancio causado por el peso de los días.
Era,quizá,la luz excedente y demasiado alegre para un corazón recién magullado por las garras venenosas de la decepción...esa luz que en las paredes claras ,proyectaba inquietantes sombras.
El corazón bombeaba demasiada sangre a toda velocidad, y los ojos desprendían inocentes lágrimas.Ojos oscuros.Ojos que, súbitamente,adquirieron el miedo en su morfología.Trataron ellos de encontrar al culpable,mas resultó ser invisible.
Por la sangre se filtró el pánico.¿Qué sucedía?No...no sucedía,sólo se sentía.Se sentían temblores,algo en la corteza terrestre se agitaba impetuosamente,irrealmente.Temblor imaginario.Pero los móviles,que del techo colgaban,danzaban verdadera y macabramente.
Y los ojos giraban,giraban y giraban,descontroladamente.El cuerpo tiritaba , y en la piel se llegó a sentir el apoyo de una tibia mano cuando , sin embargo,nada había ahí.
Algo pesaba.Quizás era la gravedad,que atraía cada vez con más fuerza el cuerpo hacia el suelo,como si se tratara de un objeto magnético succionado por un imán.El cuerpo pesaba.El aire también pesaba, y era tan grueso que los pulmones no podían digerirlo.Costaba mucho respirar.Dolía sentir las espinas rasgando despiadadamente la garganta.La sensación era desesperante ; el miserable cuerpo se ahogaba en lo desconocido.
Algo malo iría a acontecer.¿O es que acaso estaba en ese entonces ya aconteciendo?


Cuervo...una mítica palabra, un mítico animal.Misterioso.Oscuro.Triste.Doloroso.
Apenas pronuncian la palabra, recuerdo a Jesús ,clavado en la cruz ,y en mi mente,puedo divisar nítidamente a centenares de cuervos carcomiendo su destrozado cuerpo.Una nube negra dando vueltas a su alrededor.
También la palabra "cuervo" me hace pensar en un corazón muerto,recién extraído del cuerpo en una morgue y depositado en una pequeña fuente blanca, donde el pobre luce arrugado, viscoso y oscuro, con las venas y arterias a la vista, con la sangre esparciéndose lentamente por la fuente por medio de finas y gruesas líneas,mientras expele olor a putrefacción.Una mano lo acecha con bisturís para descuartizarlo despiadadamente...como si aquel corazón no hubiese tenido dueño, como si aquel corazón fuera algo parecido a la plasticina.
Señor, dígale al caballero que¡con el corazón no se juega!
Cuervo , el animal.
Luego , cuervo, el jote.
Y finalmente...el estado de ánimo que impera por estas horas sobre mí.