En tiempos de soledad, acurrucarse en la cama era un despiadado consuelo, pero mientras se apagaban los sentidos y el entorno ennegrecía, todo parecía estar bien. Una noche, sin embargo, el instante mencionado se tornó pesadillezco. Como si la cama fuese arena de playa, las sábanas con que me cobijaba se tornaron en un impetuoso mar que esparcía sus aguas una y otra vez sobre mi cuerpo, retirándose y volviendo siempre. Como un remolino, intentaba llevarme consigo hasta las profundidades del océano, con las algas atándome las extremidades. Intentaba safarme de ellas, pero la fuerza de aquellas olas era demasiado potente. Las aguas me susurraban al oído con voces angustiantes y desconocidas...hasta que de ellas vi surgir más de un centenar de manos, todas intentando aferrarse de mí y llevarme consigo. Y no eran más que manos, no era más que una muchedumbre que con codicia vociferaba la soledad que me acompañaba. La mañana siguiente, al despertar, me descubrí en medio de la soledad. Hubiese deseado ir con ellas al fondo del mar...para no estar tan sola.
Thursday, June 28, 2012
Monday, June 25, 2012
Hoy desperté y era el mismo mundo de siempre. Apenas abrí los ojos vi cómo a mi costado, a través del velo de la cortina, se perfilaban las siluetas de aquellas inmensas construcciones grises, esas que fagocitan todo a su alrededor. Absorta sobre el alfeizar de la ventana, me dejé caer en un torbellino de desesperanza que me dejó el alma tan gris y aletargada como un bloque de cemento.
Sunday, February 05, 2012
Qué rico que nadie lea esto, es como escribir en mi diario de vida y despojarme de esa extraña "represión" (que nos obliga a comportarnos de tal manera) para darle la bienvenida a la soltura y a la pseudo-libertad. En todo este tiempo no he escrito prácticamente nada, por ninguna parte. Y me acostumbré a no escribir; de repente las palabras me resultaron extremadamente rígidas y pequeñas como para albergar un contenido tan infinito como lo es una "emoción". Me sorprendí a mí misma sin leer más que lo obligatorio, a escribir como perro faldero lo que pedía un profesor, con palabras tan sencillas y cuadradas como los números. Así que no escribí prácticamente nunca más, y lo callé todo. Lo que escribo no lo converso con nadie, salvo con mi cerebro. Entonces andaba por ahí y por allá con el pecho apretujado por cosas inquietantes que desconocía, y que no sabía si era tristeza, rabia, frustración, alegría, despecho, etc. Como es natural, cada cierto tiempo explotaba. Exploto aún. Y seguiré explotando, porque seguiré guardando esas palabras, esos pensamientos...
La verdad es que soy una persona apática. Gruñona. Me enfado por cualquier estupidez; basta con golpearme un dedo y me enfado con medio mundo. No es mi intención. De ahora en adelante tengo que comenzar a comportarme..."como una persona grande". A veces olvido que ya no tengo 9 años. Es extraño, me siento como la misma niña de 8, de 11 años que se enfada por nimiedades y que anda dado portazos y arrojando objetos, gritando imbecilidades. Maldita edad, ahora debo comportarme. Y eso que no hay nada más reconfortante que desahogarse tirando y rompiendo cosas! Botar la ira con ira, con mucha ira, para dejar de sentir ira.
Pendejerías.
Cómo me gustaría vivir en un pseudo-mundo, un mundo que no sea este mundo. Que sea un mundo de juguete, con cosas lindas y fantásticas, ser por siempre una niña...no crecer nunca. No quiero crecer. Tengo miedo de crecer. Tengo miedo de comportarme como una persona calcada. Tengo miedo de usar tacos algún día. Tengo miedo de enjaularme. Tengo miedo de adscribirme a un esquema. Tengo miedo de proyectar una sombra con vida propia cuyos movimientos no se correspondan con los realizados por el cuerpo que la proyecta, porque siempre querré ser esa sombra.
Sombras, sombras, sombras...tan difusas, tan anónimas...quiero ser esa sombra calladita que se agita en la oscuridad...
La verdad es que soy una persona apática. Gruñona. Me enfado por cualquier estupidez; basta con golpearme un dedo y me enfado con medio mundo. No es mi intención. De ahora en adelante tengo que comenzar a comportarme..."como una persona grande". A veces olvido que ya no tengo 9 años. Es extraño, me siento como la misma niña de 8, de 11 años que se enfada por nimiedades y que anda dado portazos y arrojando objetos, gritando imbecilidades. Maldita edad, ahora debo comportarme. Y eso que no hay nada más reconfortante que desahogarse tirando y rompiendo cosas! Botar la ira con ira, con mucha ira, para dejar de sentir ira.
Pendejerías.
Cómo me gustaría vivir en un pseudo-mundo, un mundo que no sea este mundo. Que sea un mundo de juguete, con cosas lindas y fantásticas, ser por siempre una niña...no crecer nunca. No quiero crecer. Tengo miedo de crecer. Tengo miedo de comportarme como una persona calcada. Tengo miedo de usar tacos algún día. Tengo miedo de enjaularme. Tengo miedo de adscribirme a un esquema. Tengo miedo de proyectar una sombra con vida propia cuyos movimientos no se correspondan con los realizados por el cuerpo que la proyecta, porque siempre querré ser esa sombra.
Sombras, sombras, sombras...tan difusas, tan anónimas...quiero ser esa sombra calladita que se agita en la oscuridad...
Monday, December 13, 2010
Sunday, August 08, 2010
Las cosas cambian y no hay que buscar absolutamente nada para encontrarlo todo...o tal vez sólo un poco, nada más.
Oops...las palabras de soberbio diccionario parecen haberse ido. Vuelta a un lenguaje coloquial y miserable, hasta invocarlas nuevamente.
He vuelto nada más que para recalcar que aún no me suicido.
Jajaja
Planes utópicos e inalcanzables para vivir hasta el final...cumplir metas, una excusa para existir.
Oops...las palabras de soberbio diccionario parecen haberse ido. Vuelta a un lenguaje coloquial y miserable, hasta invocarlas nuevamente.
He vuelto nada más que para recalcar que aún no me suicido.
Jajaja
Planes utópicos e inalcanzables para vivir hasta el final...cumplir metas, una excusa para existir.
Tuesday, June 30, 2009
Escribo mis palabras para un silencio absoluto, para un oído sordo. Y qué mejor que lanzar palabras en un pozo vacío, en un pozo donde el eco sólo se devuelve, donde las palabras nunca llegarán al destino de un receptor. Qué mejor que estas palabras a medio hacer, que este mensaje a medio confeccionar. Qué mejor que un cartero frustrado. Qué mejor que una palabra guardada. Que un mensaje en libertad.
Saturday, March 21, 2009

Soyez bienvenu, automne.
Otoño, tan hermoso fuíste una vez! Hace mucho tiempo, dos años ya, ese frío no era soledad, esa lluvia no era de lágrimas, ese viento no era furia...esas hojas rojizas que caían eran como besos, eran suaves...qué hermoso fue el otoño alguna vez. Mas no por siempre; nada es eterno, todo finaliza, y así es como los momentos se pretificaron en remotos recuerdos. A veces los roza un haz de luz, y se iluminan, se prenden, vuelven a vivir, a resplandecer. Luego el haz de luz se va, y la piedra queda gris, tal como es, desolada, abandonada de dicha...

Vuelve, que no hay mejor desierto como un pecho sin corazón.
Thursday, February 12, 2009

Estío rojo, arropado de besos y un corazón coronando el traje perfecto. Del rey perfecto, de la reina perfecta. Reina de corazones, esta si que es de maravilla...será que es curvilínea y no hace uso de la guillotina. Rey perfecto, tal vez embustero (pero a nadie,claro, le importa un bledo) camuflado bajo encantos erectos y acentos principescos. Reyes perfectos, repartiendo con su lengua bífeda un viscoso y meloso cuento de "amor". "Que sin ti no puedo ser yo", recita el verso venenoso de la serpiente en estío enamorada y se fusiona a su par, al engendro aquel, haciendo de cada uno de ellos no un solo ser (como suelen creer en sus rosados poemas de miel), sino un par de parásitos, repugnantes en su dependiente condición de ser, porque el rumor cursi de un amor les calcina el cerebro (tal vez también el solarium), dejándolo aún más inutilizable que el de un bebé. Semejan enfermos conectados a sondas y parafernálicas maquinarias. "Eres tú mi oxígeno", patética realidad de dependencia, llevando a cualquier individuo con la cabeza bien puesta a cuestionarse si no se tratará más bien de un asmático que de un enamorado. De manera que no es broma que se enferman de amor y que ese incienso rosado de San Valentín viene con una impredecible fecha de caducidad; se esfumará el aroma y los biólogos no han presenciado corazón inmortal, jamás: todos caen en una horripilante putrefacción, irremediablemente,y el doctor hace con él lo que anhele el bisturí. Sí que juegan con el corazón...
Y así es el amor, blasfemo y parasitario, un hermoso envase a la venta, elitista, y a veces, no más que una mentira perfumada con aroma a verdad. Una epidemia, una peste, que atrapa con sus posesivos tentáculos a gran parte de la sociedad.
Friday, October 17, 2008
Nunca antes había degustado trago tan amargo como el de tu ausencia. Un trago de sangre, un trago de hielo en plena primavera, una brisa gélida que se desliza por las venas. El verdor de los árboles se ha opacado, las hojas frescas ya no son frescas sino áridas y secas. El cielo azul de ayer ha fallecido e impera un infinito y angustiante manto gris sobre el vacío. Los colores y las sonrisas están en el sepulcro, al igual que el cepillo de pelo y el maquillaje. Ya que estás ausente, ya que tu presencia se ha evaporado, ausentaré el rubor de mis mejillas y dejaré mi rostro tal cual, triste, pálido, demacrado: después de todo, ya no tengo para quien ser bella.
¿Qué es la soledad sino un tormentoso mar de vacío? Cada ola, un grito en el silencio; cada estrépito, una ofensa para nadie. Porque nadie ni nada hay ahí. El silencio cae como gotas de angustia, abrazando su eco de nada. Distorsionada melodía es la soledad, no cabe en ella más que una sinfonía de rutina y monotonía. Porque la soledad es silencio y sino silencio, es ruido de ira y tristeza; la soledad es vacío...la soledad es la nada, y quien en la nada se pierde, nadie es.
Eres como el pus de una flor. Apestas. Ya no prende tu sonrisa, se habrá ahogado en los martirios de los años. Tus ojos han perdido aquel dulzor de miel; ya no son más que grietas, frías y secas, sólo húmedas de perversidad. Y los cabellos que antaño bajo el sol relucían como el oro ya no caen más que como grises filamentos de plata y polvo. Todo en ti ha devenido recuerdo. Ha llegado la hora: has caducado.
Ver fecha de vencimiento.
Ver fecha de vencimiento.
La espera
Te espero, expectante, pero no llegas, aún no llegas. Apoyo mi rostro sobre el alféizar de la ventana para ver si vienes, pero no te veo, ya no vienes. Alzo la mirada al cielo, que cae gris sobre las calles y veo la lluvia al suelo caer. Cae despacio, cae rápido y en uno de sus tantos estrépitos, de mis ojos las lágrimas se comienzan a desprender. Caen despacio, tristes; caen desesperanzadas y el tiempo así también pasa, lento, melancólico, arrastrándose en la nada y sin embargo, avanza, avanza, avanza y avanza. Los segundos, los minutos, las horas pasan...ya han pasado. Oscurece. La noche ya ha llegado...pero tú no, nuevamente no has llegado.
Te espero, expectante, pero no llegas, aún no llegas. Apoyo mi rostro sobre el alféizar de la ventana para ver si vienes, pero no te veo, ya no vienes. Alzo la mirada al cielo, que cae gris sobre las calles y veo la lluvia al suelo caer. Cae despacio, cae rápido y en uno de sus tantos estrépitos, de mis ojos las lágrimas se comienzan a desprender. Caen despacio, tristes; caen desesperanzadas y el tiempo así también pasa, lento, melancólico, arrastrándose en la nada y sin embargo, avanza, avanza, avanza y avanza. Los segundos, los minutos, las horas pasan...ya han pasado. Oscurece. La noche ya ha llegado...pero tú no, nuevamente no has llegado.
Tuesday, September 23, 2008
Thursday, August 21, 2008
Te robaré un beso, así como el viento a los árboles le roba las hojas. Te robaré uno, tan sólo uno, efímera y furtiva. Estamparé mis labios en los tuyos, una rosa roja en tus latidos; seré yo tuya y tú, mío.
Dejaré mi aroma en tu aroma, para que lo bebas como el vino en una copa. Respiraré tus respiros y entre tus labios sembraré el más tierno y florido cultivo.
Dejaré mi aroma en tu aroma, para que lo bebas como el vino en una copa. Respiraré tus respiros y entre tus labios sembraré el más tierno y florido cultivo.
Hamelin va por los bosques entonando uno que otro hermoso acorde. Revolotean sus melodías por entre los árboles, entrelazándose en las ramas de los verdes árboles. De entre ellos, surge, súbitamente, un hada de alas dañadas y baja desde las alturas hasta llegar a él. Sus melodías entonces se detienen y sólo se oye una eterna blanca de silencio. Y este silencio, este infinito silencio, apaga la luminosidad del hada: cómo era posible que su Hamelin, que siempre vagaba por sus lares, interrumpiera sus sinfonías?Cómo era posible que llegara él a no tocar? Y mientras se interrogaba estas cosas el hada, Hamelin perdióse entre el follaje y no fue hasta mucho después que volvió a tocar.
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